martes, 14 de mayo de 2013

Sound of Music (2)

Arranque el taller de Sound Of Music un poco como forma de auto-terapia.
A principio de año, había conseguido el libro de Melody Beattie que vengo mencionando un par de veces, y me estaban cayendo unas cuantas fichas bastante importantes. Fichas de las grandes. En una parte del libro dice:

"Como codependientes, necesitamos aprender a jugar y a disfrutar. Disponernos para divertirnos y permitirnos hacerlo es una parte importante de cuidar de nosotros mismos. Nos ayuda a mantenernos sanos. Nos ayuda a trabajar mejor. Equilibra nuestra vida. Merecemos divertirnos. La diversión es una parte normal de estar vivos. Divertirnos es tomarnos tiempo para celebrar que estamos vivos."

Bien, procesando...
Procesando...
Procesando...


Cuando pienso en las etapas de mi vida en que más equilibrado me he sentido, siempre están relacionadas con momentos en los que estaba haciendo un taller de algo. Algo relacionado con el Arte. Algo que no fuera una obligación, simplemente un momento aislado del mundo, donde me juntaba con otra gente a hacer Arte de algún tipo, de forma muy amateur la mayoría de las veces, simplemente dejándome ser.

Así, pasé por un coro, por un taller literario, y por unos cuantos talleres de teatro. Algunos de estos fueron grupos transicionales para mí, me transformaron, y representaron un antes y un después en mi historia. Me ayudaron a atravesar etapas de mi vida y a crecer.
Ahora, en este momento, en este 2013 que ya arrancaba con expectativas de ser una viaje arduo, necesitaba justamente eso. Algo no estaba bien conmigo, y con la forma que yo estaba tomándome la vida, y necesitaba trascenderlo, superarlo. Necesitaba cambiar.

Con dudas, y sabiendo que estaba la posibilidad de que esto no funcionara, me anoté en este grupo. Ya en un post anterior conté un poco la impresión que me había llevado de este grupo cuando los había ido a ver en su muestra a fines del 2012. Me había quedado con la sensación de que debía estar bueno hacer eso que ellos hacían, trabajar de la manera en que (yo intuía) ellos trabajaban.

Y arranqué. Y, de alguna manera, era lo que me hacía falta. De pronto, me sentí empujado. Empujado a tener confianza, a estar expuesto, a ser creativo sin miedo a fallas ni ridículo. Sin importar la experiencia que tuviera, ni la falta de experiencia. Y eso, me doy cuenta, me está abriendo un boquete, una ventana, por la cual me voy expandiendo.

Me encuentro presionado a cantar solo, desnudo en mi voz, con mi forma y mi color, y dejarme ser de esa manera como expresión genuina de mí mismo.

Me descubro, tal vez por primera vez en mi vida, disfrutando de la actuación. Hice teatro mucho tiempo, pero siempre lo sufrí un poco. Me fascina el proceso del Teatro en sí mismo, pero siempre me sentía rígido al momento de hacer una escena: sentía que había algo que no se soltaba y que no funcionaba ni transmitía. Cuando tuve que volver a representar una escena en este grupo, después de mucho tiempo de no hacer nada, descubrí sorprendido que eso que siempre me había bloqueado se había quebrado. No sé cómo ni cuándo, pero ya no estaba: lo que hago fluye y transmite, y me sorprendo gratamente de ver que eso pasa.

Siempre fui bastante torpe y descoordinado, pero ahora esto requiere que yo baile, y resulta que lo disfruto, y que (al parecer) lo hago bien. Me encuentro viendo que esto, que nunca había hecho antes en mi vida, se me da bastante bien.

Pero no es todo. Esto brota porque fue sembrado en el terreno adecuado. Ya les dije lo talentosa que es esta gente?
Hay una energía que te atraviesa y te levanta. Como si nada, una chica pasa al frente y canta "Tiny Dancer" de una forma que te conmueve, y se sienta diciendo "me salió horrible". Otra chica que apenas tiene 16 años danza con una belleza y una concentración prodigiosas. Un estudiante de psicología consigue reventarte de risa con solo alzar una ceja, en el momento exacto, con una intuición teatral que te deja pasmado. Y estas son apenas pinceladas, dentro de un mural mucho más grande de talentos crudos pero potencialmente enormes. Encauzados por tres grandes minas, minas jóvenes y hermosas en su persona, que saben empujarte hacia tu centro, para expandirte.

Creo que era lo que me estaba siendo falta. El Universo provee.

No hay comentarios:

Publicar un comentario