viernes, 17 de mayo de 2013

Albóndigas

Cociné albóndigas.

Viernes, salí del laburo, y tal vez hubiera tenido que ir a la facultad. Ya no estudio, ahora soy ayudante de cátedra, y hace un par de clases que no voy. Pero no tenía ganas, hacía frío, y quería estar en mi casa. Cocinar algo rico, que hace rato que no cocino algo medianamente casero. Así que cociné albóndigas, en tuco. Los iba a acompañar con tallarines, de los buenos. Y queso rallado, del fresco.

Ya pasaron las 11. Estoy solo en casa.

Tengo ganas de confiar. Tengo ganas de contar con alguien, en las buenas y en las malas. Quiero alguien que comparta mi alegría cuando estoy contento. Que le guste mi comida y me lo diga. Que disfrute conmigo. También quiero sentir que, cuando estoy mal, o cansado, alguien me espera en casa para hacerme sentir bien. Que me haga masajes cuando me duele la espalda. Y me dé una aspirina cuando me duela la cabeza. Que me dé un beso para calmarme, y me abrace con ganas y con fuerza.

Quiero hacer planes con alguien. Y que se entusiasme conmigo. Y que se encienda por sus propios planes, y me comparta su alegría y sus ganas. Y también me cuente sus problemas, para buscarle la vuelta, y quiero estar ahí cuando está laburando por resolverlos, y hacerle el aguante en su intento. Quiero alguien que intente, con toda el alma, aunque después falle. Pero quiero alguien que intente.

Quiero que me esperen con algo rico, como ahora yo estoy esperando, y me den un abrazo al llegar, como el que yo le hubiera dado. Quiero que alguien sepa que comida me gusta. Quiero que a alguien le importe si yo lo estoy esperando, y quiera llegar a casa para estar conmigo. Y que me avise si no puede llegar, y que le importe saber si yo lo estaba esperando.

Quiero que me cuiden. Un poco. No que me agobien, ni que hagan las cosas por mí, ni que me resuelvan la vida, ni que sepan que quiero y me lo den antes de que lo pida. Simplemente que me cuiden. Un poco.


Las albóndigas quedaron en la olla. Por suerte no hice hervir los fideos. El queso está en la heladera. Seguramente los comeremos mañana. Hoy no tengo hambre.

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