miércoles, 26 de abril de 2023

Tuqui

 (Monólogo)

(MUJER de unos 40 años, sentada en el diván de un psicoanalista. Tiene un pequeño mono en la falda, que sostiene como si fuera un bebé. Va bien vestida, sencilla pero prolija)


MUJER
: Yo estoy acostumbrada a que me miren de esa manera, ¿y sabe qué?, no me importa lo más mínimo. Disimule todo lo que quiera, pero yo igual veo todo lo que le pasa por la cabeza. Le reconozco que usted disimula un poco mejor que los demás, imagino que por su profesión. Pero yo ya estoy harta, así que, si se va a reír de mí, o me va a mirar con lástima, hágalo ahora y pasemos a otro tema. Y no sea maleducado, si va a estar todo el rato mirando a Tuqui, al menos tenga la decencia de saludarlo. (simulando la voz del mono) ¡Hola Doctor! ¡Buenos días Doctor! (volviendo a su voz normal) ¿Por qué no lo saluda? ¡No sea maleducado, Doctor! ¡Muestre un mínimo de decencia! (ríe) ¡Tendría que haber visto la cara que puso! No sea imbécil, yo sé que él no habla. Y sé que es un mono. Pero lo que me revienta, es que todos se crean con derecho a tener una opinión. ¡Como si me importara! ¿No estamos en la época de a libertad, acaso? ¿Cada uno hace lo que quiere de si mismo, mientras no moleste a los demás, y no me importa la opinión de nadie? ¡Hipócritas! ¡Porque yo soy libre de hacer lo que se me canta, y todo el mundo se escandaliza de mi libertad, y me patologizan, y me mandan a un médico para que vea que mierda le pasa a la loca del mono! Bueno, no le pasa nada a la loca del mono. Yo sé que no habla. Yo sé que él no es un mono, y sé que no soy su madre. Soy su abuela. Porque yo fui madre una vez, anótelo en su libretita. Una nena hermosa tuve, muy hermosa para mí. Todo el mundo se lo preguntaba ¿cómo una mujer tan fea tuvo una nena tan hermosa? Tampoco es que el padre sea un galán. Pero si, manga de hijos de puta, me salió una beba preciosa… pero enferma. Dos a tres añitos tendría cuando le encontraron eso en el corazón. Me hicieron una explicación larga, larga, pero yo lo único que entendí es que mi beba iba a vivir poquito. Eso es lo único que escuche. ¡Y esos envidiosos de mierda en el fondo se deben haber puesto contentos, porque ya no les importaba que me hubiera salido una nena tan linda, no! ¡Ahora me tenían lástima por tener una hija enferma, y eso los debe haber regocijado! Shh, tranquilo Tuqui, tranquilo. Shh, shh. (acuna al mono en su falda) Siempre estaba enferma, y siempre estaba muy solita, se me aburría un montón la pobrecita. Y a mi suegra se le ocurrió regalarle un mono. La quise sacar carpiendo a la vieja metida esa. Pero después, cuando vi lo contenta que ella estaba, lo terminé queriendo. Tuqui le puso. Decía que era su bebé. Y lo ponía en su cunita, y lo llevaba en un carrito de juguete por su pieza. Lo amaba, y yo creo que, si estos bichos pueden amar, él también la amaba a ella. Primero le di la ropa de bebé de ella, para que jugara a vestir al mono. Después me pidió que le compre nueva. Y yo le compré, ¿qué iba a hacer? Era una nena sin felicidad, y de pronto se había encontrado con algo que le daba alegría. ¿Cómo le iba a negar algo? Lo llevaba a comer en la mesa con nosotros, nos pedía que lo saludemos, y nos fuimos acostumbrando a tratarlo como si fuera un integrante más de la familia, como a un bebé. No es tan raro, la gente lo hace con los perros y con los gatos, ¿no? Al último tiempo, cuando ella se empezó a sentir muy mal, ellos se abrazaban y estaban así todo el día. Él la consolaba, yo te juro que lo veías que la consolaba. Y a ella le hacía bien, la calmaba. Cuando se dio cuenta de que se estaba por morir, me dijo que yo tenía que cuidar a Tuqui, cuidarlo como ella. No entendí bien si me dijo como ella, o como a ella, la verdad. Hablaba muy muy bajito en ese momento. Para el caso es lo mismo. Y yo le decía que sí, que yo lo iba a cuidar cuando ella no estuviera. Y acá estoy. Dígame, ¿a usted realmente le parece que a mí me importa lo que usted piense de mí? ¿Lo que opine usted, o lo que opine cualquiera?

 

FIN

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