martes, 12 de marzo de 2013

Codependencia

"El codependiente suele olvidarse de sí mismo para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar, un amigo, etc), es por eso que es muy común que se relacione con gente "problemática", justamente para poder rescatarla y crear de este modo un lazo que los una. Así es como el codependiente, al preocuparse por el otro, olvida sus propias necesidades y cuando la otra persona no responde como el codependiente espera, éste se frustra, se deprime e intenta controlarlo aún más."

http://es.wikipedia.org/wiki/Codependencia

Soy codependiente. Lo supe hace poco. No sabía ni que existía esa palabra, mucho menos qué significaba. No sabía hasta que punto había algo malo en lo que hacía, pensaba, sentía...

No malo en el sentido moral o ético. Malo para mí. Malo para la otra persona.

Vivimos con la idea romántica de que el amor todo lo puede, todo lo perdona, todo lo logra. Morimos por amor, y nos sacrificamos por amor, y eso (nos enseñan) es heróico. Aprendemos que el amor ideal es el eterno, el que todo lo soporta, el que se entrega entero. Poner siempre al otro antes que nosotros es la imagen del amor como utopía romántica.

No nos enseñaron que el amor también se enferma, y que el amor nos puede enfermar.

El amor es enfermo cuando me olvido de mí, para ocuparme de vos.
El amor es enfermo cuando busco mi felicidad en vos, en lugar de buscarla en mí mismo.
El amor es enfermo cuando, en nombre del amor, me hago a mí mismo cosas que no le haría a nadie, como abandonarme, postergarme, callarme, anularme.
El amor es enfermo cuando no te dejo ser vos, para intentar obligarte a ser como yo quiero que seas, y en el camino, dejo de ser yo.

Todo, todo eso, es la codependencia.

La cura contra la codependencia es el desapego. Y el desapego no es lo contrario del amor, sino el remedio para el amor enfermo.

Me desapego cuando te dejo ser vos, tal como sos, y me dedico a ser yo, tal como soy.
Me desapego cuando empiezo a preocuparme por mí, por ser una mejor persona, y naturalmente me convierto también en un mejor compañero de camino.
Me desapego cuando no te exijo que me hagas feliz, sino que busco la felicidad por mí mismo, y la comparto con vos.
Me desapego cuando me respeto y te respeto.

Eso, por lo que voy entendiendo, es amor sano. Estoy aprendiendo, no estoy seguro de nada de lo que escribí más arriba, ni más abajo. Pero dudar también es sano.

En eso estamos. Sanando

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