viernes, 30 de mayo de 2014

Listado de requerimientos

Necesito que algo me cure. Que algo me limpie, me raspe, me cicatrice. Necesito que me extraigan, que me vacíen y me aireen. Necesito 48 horas de ayuno y reposo absoluto (o tal vez más).

Necesito luz del día, una risa y unas ganas. Necesito simpleza, un par de mariposas en el pecho y una flor en el bolsillo de la camisa. Necesito una ducha, una sumergida en el río e inundarme los ojos de cielo. Necesito reírme por nada, y llorar por nada, hasta que me duela la cabeza de llanto y me duela la cara de risa. Necesito treparme a un árbol, y caminar descalzo. Dormirme con un libro en la mano.

Necesito una hora para desperdiciar (me sería muy útil). Necesito perderme en calles que no sean las mías, entre gente que no conozco, y no tener ningún lugar adonde llegar. A eso solíamos llamarlo salir a pasear. Necesito ser nadie entre todos, para volver a ser yo.

Necesito estar un rato solo, antes de abrirte la puerta y dejarte pasar. Como cuando uno limpia la casa para recibir visitas. O como la menta antes del beso. Necesito un abrazo de los que sostienen, y un beso de los profundos.

Necesito cortar los nudos, tirar de los hilos hasta que se rompan, y solo quedarme con el huso. Necesito tirar las piedras, dejarlas ahí donde caigan, olvidarme el equipaje, y quedarme solo con lo que quepa en un bolsillo. Necesito podarme las ramas, cosecharme las ideas y removerme la tierra. Necesito regarme, ponerme al sol, y sacarme los bichos.

Necesito un poco de viento, y un sol flojito, y un olor a pasto, y un vacío sencillo.

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